Tercer poema

A un metro

Estás aquí, a un metro de distancia, al alcance de la mano, ineludible a la vista, si presto un poco de atención puedo escuchar tu respiración, percibirte con todos mis sentidos, y aún así estás tan lejos, lo suficiente para enterrar mis pensamientos y esconder mis sentimientos en la espera de un mejor momento.

Sé que mi titiritero está riendo, pero no consigo definir si es conmigo o de mi, siento que es una broma demasiado cruel ponerte en mi camino sólo para que estés aquí, a un metro, y a la vez tan lejos.

Por lo demás no puedo culpar a nadie más, yo me arriesgué, me puse la soga en el cuello y me interné en esta agonía de reír llorando y de gozar muriendo.

Este maldito impulso masoquista que me arrastra a buscarte en todo momento, a soñar tus besos, tus caricias, a sentirte lejos, aunque estés a un metro.