De derechos y privilegios

Hace poco, mientras secaba las lágrimas de la persona más importante en mi vida; una idea golpeo mi acabeza, hablábamos del futuro, del miedo, de dudas; de lo dificil que es tomar deciciones, aún más dificil tomar las correctas, y de ese sentimiento de incertidumbre respecto a nosotros mismos que nos atemoriza y llena de ganas de protegernos, de no avanzar. Hablando de todo esto me dí cuenta de una cosa: las personas previlegiadas pierden el derecho a ser cobardes. Sí, es válido tener miedo (vease el post miedos), pero ser cobarde nos detiene, nos roba dichos privilegios, nos quita la ventaja, no nos permite ser quienes nos corresponde ser.

Por favor queridos fantasmas, no sean cobardes, no vivan su vida a medias; lloren, rian, sufran, sean felices, amen con todas sus fuerzas, no ahorren, no escatimen. Deborense el mundo.

"El entusiasmo con mesura es síntoma de mediocridad"