Cómo has crecido!!
Hace cinco años, cuando iba en segundo de secundaria, me la vivía en casa de quien era entonces mi mejor amigo: Isaac. Comía en su casa después de la escuela y después de eso su mamá nos llevaba a nuestra clase de teatro; regresábamos a su casa y pasabamos el tiempo entre conversaciones de música y amores.
Su hermano, Israel, tenía entonces mi edad actual (18 años) y era un auténtico desmadre: cuando no nos estaba contando las razones por las cuales lo habían expulsado de todas las escuelas habidas y por haber, hasta que llegó a la UVM (Universidad del Valle de México); nos hablaba de sus sexo-aventuras o de aquella vez en la que donó semen para el laboratorio escolar.
El viernes, después de aproximadamente 4 años sin vernos, me topé con Israel en un restaurante de comida japonesa. La plática se desarrollo más o menos así:
Yo.- Kiobo (abrazo efusivo, sonrisas, etc) ¿cómo estás?
Israel.- Muy bien y tu?
Y.- A todo dar.
I.- Sigues en el Cristóbal? (así se llama mi escuela)
Y.- Sí, es mi último año. A ver si no me corren antes
I.- Ya el último?
Y.- Pues sí wey, voy igual que Isaac. Hace cuanto que no nos veíamos? 4 años?
I.-Más o menos, es que ya nunca vas a la casa.
(En ese moementome doy cuenta de que, de la manera más descortés, he ignorado a su muy atractiva acompañante, así que me inclino para saludarla)
I.-Perdón, no los presenté. El es Agustín, es amigo de Isaac; Agustín, ella es mi esposa.
Y.- ¿¡¿¡¿¡Perdón!?!?!?
I.- (riendose) Mi esposa.
Y.- No seas payaso
I.- En serio. Amor; enséñale el anillo.
Y.- (Vi el anillo, y traté de concientisarme acerca del paso del tiempo, pero me tomó algunos segundos recuperarme de la impresión. Una vez en mis cinco sentidos, con una sonrisa reflexiva y aún asombrado le digo:) Pues Israelito...cómo has crecido!!
Su hermano, Israel, tenía entonces mi edad actual (18 años) y era un auténtico desmadre: cuando no nos estaba contando las razones por las cuales lo habían expulsado de todas las escuelas habidas y por haber, hasta que llegó a la UVM (Universidad del Valle de México); nos hablaba de sus sexo-aventuras o de aquella vez en la que donó semen para el laboratorio escolar.
El viernes, después de aproximadamente 4 años sin vernos, me topé con Israel en un restaurante de comida japonesa. La plática se desarrollo más o menos así:
Yo.- Kiobo (abrazo efusivo, sonrisas, etc) ¿cómo estás?
Israel.- Muy bien y tu?
Y.- A todo dar.
I.- Sigues en el Cristóbal? (así se llama mi escuela)
Y.- Sí, es mi último año. A ver si no me corren antes
I.- Ya el último?
Y.- Pues sí wey, voy igual que Isaac. Hace cuanto que no nos veíamos? 4 años?
I.-Más o menos, es que ya nunca vas a la casa.
(En ese moementome doy cuenta de que, de la manera más descortés, he ignorado a su muy atractiva acompañante, así que me inclino para saludarla)
I.-Perdón, no los presenté. El es Agustín, es amigo de Isaac; Agustín, ella es mi esposa.
Y.- ¿¡¿¡¿¡Perdón!?!?!?
I.- (riendose) Mi esposa.
Y.- No seas payaso
I.- En serio. Amor; enséñale el anillo.
Y.- (Vi el anillo, y traté de concientisarme acerca del paso del tiempo, pero me tomó algunos segundos recuperarme de la impresión. Una vez en mis cinco sentidos, con una sonrisa reflexiva y aún asombrado le digo:) Pues Israelito...cómo has crecido!!
2 Comments:
¿Eres del Cristóbal? Hahaha. Eres de mis rumbos!!!
Como no he sabido de usted allá en mi jaula, me decidí a visitarlo, espero que se encuentre bien y así es el tiempo... parece que alguien lo anda correteando... saludos...
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