Poema 11

Reencuentro

Hoy la vi,
La descubrí detrás de un velo de tiempo
Que protegía la inocencia de aquella niña.

“¡Qué maravilla! Sus ojos todavía brillan”
me gritó el corazón mientras recordaba con nostalgia
el tiempo en que sucumbió ante esa pícara sonrisa.

Me acerqué con las mismas palabras
de aquel primer encuentro
para que reconociera en mi
a ese que fue dueño de sus sueños.

Descubrí lo que siente un corsario
Al desenterrar el tesoro
Que estaba guardado justo
Donde el viejo pergamino
Señalaba un resplandor dorado.

Todo estaba intacto:
Su hermoso rostro,
Su cuerpo perfectamente imperfecto;
Su respiración seguía el mismo compás
Que la última noche que la amé.

Como aquel pirata;
mis manos recorrieron
Paso a paso esa isla
Cuyo mapa se encontraba intacto en la memoria

Mis labios, vagabundos,
Buscaron su refugio
Entre suspiros y sollozos
Y repitieron una y otra vez
el frenesí del primer beso

Y la amé, la amé con locura y con pasión;
La adoré con la misma devoción
Que en aquel entonces desbordé.

El tiempo dio marcha atrás;
Volví a sentir mis dedos en su pelo,
Su sudor en mi pecho,
Sus manos en mi piel.

Si tan solo ella fuera “ella”,
Si tan solo yo pudiera volver a ser “él”.